Viejux En Brux

sábado, febrero 11, 2006

"Quiere y no puede", o la cuesta de Febrero

Aquí me tenéis de vuelta, soltando la lagrimilla mientras escucho una canción de los Mártires ("Quiere y no puede"). Buen título, sin duda.
Tras la cuesta de enero, una vez estabilizada y resignada la conciencia laboral, vuelvo a la rutina de casos, clientes que presionan y horas extra sin reconocimiento. Un trabajo apasionante, en el que aprendes a un ritmo vertiginoso, en el que le solucionas la vida a quienes parecen desesperados cuando acuden a tí...pero donde pringas como nadie. Un trabajo que te absorbe por completo, que hace que no dejes de pensar en lo que tienes pendiente, en la cantidad de gente que espera un resultado de tu parte, viviendo bajo una presión, normalmente tolerable, pero constante.

Trabajo, trabajo, trabajo.... Es más, si echáis un vistazo a mis escritos anteriores, las palabras "trabajo" y "casos" aparecen con demasiada frecuencia. Y eso no me gusta. Tengo 23 años (quien los pillara eh? :P), y ya me encuentro sumergido de lleno en la vorágine laboral, balanceado de un lado a otro por presiones ajenas y por el sentimiento de tener que cumplir con mi deber. No estoy seguro de que esto sea lo que quiero, la verdad.
Pero, por otra parte, cuando me planteo dejar esto (creedme, me lo planteo), pienso que si volviera a España la situación no sería la misma, sería peor. Me guste o no, he elegido un sector en el que, salvo contadas excepciones, estaré al servicio de los clientes, con lo que eso conlleva. De hecho, la idea de proporcionar un servicio a los demás me atrae, pero no al nivel en el que estoy ahora. En este momento formo parte del equipo de bomberos, apagando los fuegos y desastres que los dichosos equipos de Cisco van causando por el mundo. Es emocionante, sin duda, gratificante a veces y didáctico ante todo, pero muy penoso. Preferiría ser arquitecto más que bombero, diseñar y construir redes; y luego ya se encargarían los bomberos de arreglar los desastres.
Supongo que es una buena vía de aprendizaje, una de las mejores diría yo, y el hecho de ser bombero me permita ser arquitecto más fácilmente, pero eso no quita que el precio que haya que pagar sea alto. De momento sobrevivo, pero tengo muy claro que este no es el tr*b*j* de mi vida (no quiero decir más esa palabreja, que por cierto procede de "tripalium" - en referencia al sufrimiento - como diría mi amigo el japo ;) ).

Enfin, una vez ligeramente desahogado, pasemos a cosas mas erótico-festivas. Más bien festivas sólo. El finde pasado fue el cumpleaños de Shane (el irlandés), y nos juntamos en su casa para ponermos moraetes. Para variar, la comunidad española (eramos casi la mitad) acabamos bailando y liándola, mientras los franceses, malteses y demás gentes, nos miraban extrañados con caras de sueño desde los sofás. Bueno, comunidad mediterránea más bien, porque mi querido John, el griego, fue el alma de la fiesta, para variar también. Ahora pondré alguna foto para que lo veáis.
Por último, que no menos importante, la semana pasada tuve el lujo de acoger a la UNICA persona que se digna a visitarme (y esto no es ninguna indirecta a los demás vagos y maleantes que no tienen las narices de cogerse un avión y plantarse aquí en 2 horas...).
Muchas gracias por la semana tan a gustico que he pasado contigo aquí. Ahí queda eso.















Foto familiar + John










Las reinas de la fiesta














Clases de baile - Esto parece una boda (mare mía...)